viernes, 20 de marzo de 2015

Kristen en la portada de la revista Madame Figaro (Añadida traducción completa)


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Traducción de la entrevista

KRISTEN STEWART - LA CARA DE UNA GENERACIÓN

Ex-estrella juvenil de Crepúsculo, ella ha logrado la hazaña de obtener un César por su vibrante actuación en "Sils Maria" de Olivier Assayas. Hoy, la chica mala de Hollywood, inquietante musa de Chanel, impone su talento radical con "Still Alice".

El ruiseñor canta, el perro ladra, la lluvia moja y Kristen Stewart es naturalmente deslumbrante. Todo forma parte de un orden inmutable, En si mismo, es la encarnación de una nueva generación de actrices que cultivan el aire pesimista y desconfiado de los cansados cow boys. Una seguridad diabólica, un físico andrógino, un aire rebelde, una belleza paradójica -amarga y femenina- mezclada con un atractivo físico incandescente, en pocas palabras, una cierta idea de un glamour moderno que cultiva una 'trashitude' refinada. La insumisa de Hollywood con aspecto de 'neo tomboy' repite una y otra vez: "Me puse unos guantes de boxeo con un 'no' escrito en ellos." Y esto le da buena suerte. Ella es la primera americana en conseguir un César, el de Mejor Actriz Secundaria por "Sils Maria", la última película de Olivier Assayas.

De los César a los Óscar

En un vestido blanco y vaporoso de Chanel -ella es una de las magníficas musas de la maison de la calle Cambon-, con un mechón rebelde cruzado en su frente, la actriz se ha lanzado sobre el escenario del Théâtré du Chátelet para recibir su recompensa, lanzando un "waouh!" conciso seguido de algunas palabras habladas atropelladamente en francés y de una declaración de amor dirigida a Juliette Binoche, su compañera en la película: "Eres una de las personas que más amo en el mundo. Gracias por este premio. Esta noche, soy la más feliz", dijo con ese fraseo láser brillante, preciso, con firmeza, con el ritmo de un kalachnikov, y esa voz baja que se convirtió en su firma. Un servicio breve seguido de una pirueta y, ¡listo! al backstage antes de salir para una nueva aventura, los Óscars, donde apoyaría a Julianne Moore, con quien comparte cartel de la película "Still Alice".

Dos papeles curiosamente similares. "Dos papeles de apoyo", sugiere Kristen. "Me encanta ayudar. No soy un líder, pero si un seguidor." En la película de Assayas, ella encarna el papel de asistente de una vieja estrella a quien ella sirve de profesora particular, de compañera, de confidente, de apoyo. En "Siempre Alice", ella es la que renuncia a sus sueños de actriz para ocuparse de su madre que sufre de un Alzheimer precoz. "Estos dos personajes son dos personajes que crecen y que me hacen crecer. Con Juliette, yo asisto a una actriz llena de dudas, enfrentada a una nueva generación de jóvenes actrices brutales y bastante irrespetuosos. Con Julianne, yo tomo conciencia de la fragilidad de las cosas. Me doy cuenta, con este personaje, que nada es para siempre y que en un segundo un tsunami puede cambiar la situación. El tsunami es la enfermedad irreversible que asola a una madre de 50 años que es una brillante intelectual. Yo, en la película, soy la más fuerte, soy la que se adapta más rápido a esta situación, aceptando renunciar a mi carrera para ocuparme de mi madre. Si lo hago es más por necesidad que por deber. Es para seguir siendo capaz de mirarme en el espejo."
¿Y donde se encuentra Kristen, en su joven cabeza de niño preservada de la vida, lo que le ayuda a encarnar a esos personajes dificiles? "Pensé en Sean Penn, quién dirigió "Into the Wild", cuando interpreté el personaje de Marylou. Fue él quién me enseñó a dar forma emocional a un personaje, consiguiendo en sí lo que no nos imaginamos encontrar. Fue él quién me enseñó que un papel podría ser el inicio de una introespección. Fue él quien me sugerió que el cine podría conducir a una especie de espiritualidad y que la profesión de actor puede ser más que un simple trabajo: que podía cambiar una vida."

Jodie, Charlize y Juliette

Kristen Stewart ha sido acompañada en su joven carrera por actores y realizadores de gran envergadura que la han ayudado a construirse. Tuvo a Jodie Foster, una madre divorciada en "Panic Room", de David Fincher. Kristen, con 12 años en esa época, encarnó el papel de su hija diabética. "Mi suerte en ese momento fue no mostrarme muy a la altura. Jodie Foster me animó, me dió lo más valioso en este negocio: una lección de humildad. Ella me repetía que el actor es principalmente una herramienta al servicio de la película ." Estuvo en 'Speak', de Jessica Sharzer, donde ella interpretaba el papel de una adolescente traumatizada por una violación. "Allí, no actué, me salió de mis entrañas", dice ella. Charlize Theron, en 'Snow White and The Huntsman', estaba dispuesta a ser su confidente. "Charlize, simplemente, es la perfección. Cuando ella llega a una habitación, la ves solo a ella." Y, por supuesto, Juliette Binoche. "Tenía las piernas de algodón la primera vez que la ví. Ella tiene esa capacidad que temo: te desnuda y descubre en ti exactamente lo que no quieres que vea. " Próximamente, cinco películas, entre ellas un proyecto con Woody Allen, y sobretodo, dijo ella, "unas largas vacaciones".

Un fenómeno generacional

Con este tipo de compañeros, la jóven se apresuró a aprender. "No he tenido ninguna lección. Les he observado. En un rodaje, Juliette trabaja sus papeles constantemente, lee, discute, analiza, compara. Julianne Moore se basa más en la introspección. Y yo, en el medio de todo esto, intenté calmarme, de eliminar poco a poco los espesores que me envaraban para ir al meollo de la cuestión y encontrar una manera de tener cuidado sin perder mi espontaneidad."

Kristen Stewart es una roca. Se parece a su personaje de Bella Swan en Crepúsculo: robusto, guerrero, listo para enfrentarse con monstruos tres veces más grande que ella. Añadamos a esta presencia inmediata el poder crítico de una joven que se da el derecho, desde lo alto de sus 24 años, a afirmas cosas, a comenzar con sus dudas y contradicciones "Si me gustó Sils Maria, es porque me encantan las películas sobre el cine. Y me encantó el modo en el que Olivier Assayas ha puesto de relieve el lado ridículo de estas actrices tan narcisistas. Me encanta mi trabajo. Estaría dispuesta a morir por él. Siempre quise ser actriz, pero no vale la pena hacerlo un escándalo ... Lo que quiero decir es que lo haces por ti mismo, no para otros. Hoy en día, la fama se considera más atractiva que la felicidad. No tiene sentido, ¿no es así? " En la escuela, la llamaban "el Muro ". Era silenciosa, sufría hiperactividad y déficit de atención. La niña no encajaba. A los 13 años dejó la escuela, pero siguió su enseñanza por correspondencia y se dedicó a la cocina. "Si no me hubiera convertido en una actriz, hubiera sido una campeona en la cocina", dijo. Había pocas posibilidades de que ocurra. El cine la atrapa desde la cuna. Su madre es guionista, y su padre regidor. Cuando Kristen le dijo a sus padres que quería ser actriz, su madre le advirtió: "Conozco a esos chicos que hacen películas. Ellos se terminan volviendo locos ... " "Pero no estoy loca", precisa Kristen.

Sin embargo, ella tenía todo a su favor para convertirse en actriz. En el lanzamiento de la primera de Crepúsculo, ella tiene 18 años y se convierte en un instante casi tan famoso como los Beatles. Un fenómeno generacional. Su vida es tamizada. Su novio en ese momento se llama Robert Pattinson. Sus fans se cuentan por millones. Ningún tweet que hablara de sus amores. "Fue increíble", recuerda. "Desde entonces, desconfío de la tecnología ..." ¿Y a partir de entonces? Nada penetra en su vida privada. Los tabloides dicen que ella vive con su mejor amiga. No es importante. A la pregunta "¿Quién hoy es tu amante? "La respuesta es mecánica: "Sin comentarios".

"Lo súper sexy, es cursi"

Ella se refugia en las películas que elige con cuidado. Siempre papeles a flor de piel que muestran su oscura parte del poeta Rimbaud. "Me gusta arriesgarme", dijo. ¿Participar en una película francesa era uno? "En realidad no. Era una apuesta muy controlada. Y me gusta el cine francés, ya que deja la parte bella a la gran imaginación, a la espontaneidad, a la audacia. En Francia, cuando comienzas una película, no te piden que tenga éxito hasta antes incluso de terminar. La película es llevada por un deseo más fuerte que la lógica económica. Me gusta esta actitud que consiste en aceptar una parte de improvisación y de poesía que se encuentra a menudo en el mundo de la moda. Es por eso por lo que me encanta y por lo que respeto tanto a Karl Lagerfeld. No es un ideólogo de la moda, sino un visionario sensible. Hizo de Chanel una casa de piedra y piensa, como yo, que lo súper sexy es cursi. Nos entendemos muy bien..." Sin siquiera proponérselo, la ultra moderna Kristen Stewart se ha convertido en una bestia de la moda. Esto también fue de forma natural.

1 comentario:

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